Buenos días a todos!
El post de hoy es especial...
Se trata de un proyecto que hemos terminado recientemente. Una reforma para una pareja joven amigos míos, con los que he compartido mil aventuras, dentro y fuera de la obra.
Él amante de los pájaros. Ella enamorada del scrap. Ambos, amantes de la cocina. A ella le gustaban los grises, y a él los azules. Los dos, enamorados el uno del otro.
Cada uno con sus gustos, todos teníamos claro que los distintos espacios tenían que ser atemporales, que la decoración podía variar con los años, pero como siempre, pavimentos y revestimientos tenían que ser para años. Y, sobre todo y como en todos nuestros proyectos, la casa tenía que respirar su personalidad.
Ella quería que hiciesemos como en los programas de Divinity, esos en que se hacen las reformas y luego llegan los clientes y se lo encuentran todo la mar de bonito. Así que, un día, se fueron a trabajar, y por la tarde-noche, llegaron a casa, dónde yo les esperaba, y se encontraron con la casa así de bonita, y aprovechamos para hacer fotos de toda la casa.
El espacio era una antigua casa de la familia, la cual hemos adaptado para que esta parejita se encuentre de lo más cómoda en ella. La gama cromática escogida ha sido de tonos neutros, des del blanco, pasando por el gris y acabando con el arcilla. A los baños les hemos dado un toque de color con un par de jarrones, y hemos llenado la casa de elementos vegetales como ficus, flores varias y ramas de eucalipto.
Les gustaba el parquet, pero al acceder a la vivienda por una zona de arena, al entrar en casa, habrían formado dunas del desierto xD y era mejor no tener que ir lamentándose de haber instalado madera. Así que, nos decidimos por el material porcelánico que está ahora de moda: el que imita las lamas del parquet.
Ellos son de esos tipos de pareja que les encanta tener a los amigos en casa, así que era básico tener un buen espacio de cocina amplio para poder cocinar para gente, y también tener una zona de comedor en la que poder sentar a muchos comensales en la mesa. Así pues, era claro tener un espacio de cocina abierto al salón comedor, ofreciendo así una relación comunicativa entre ambos espacios.
Siendo ella una scrapbookera, no podía faltar una pared que pareciera una de sus manualidades, así que escogimos la pared contigua a la mesa para poder crear un wall art con distintas cositas que les representan a ambos. Fotos de los dos en momentos especiales, sus iniciales, la llave de su casa y antiguos elementos decorativos de su anterior piso conforman esta composición. Para él y su amor a las aves, no podían faltar las golondrinas negras que tanto hemos visto últimamente en los home tours. Así que, las colocamos encima de la zona de la televisión.
Lo que más le gusta a ella: los hidráulicos. Le encantan, así que, tenían que estar en la casa. Las zonas escogidas han estado el baño y la cocina. Ambos espacios con una pared aplicando este tipo de baldosas que vuelven de antaño, pero con diseños modernos.
La habitación es su espacio íntimo, y la hemos decorado con mucho amor. Hemos colocado un par de lámparas colgadas a ambos lados del cabecero, y encima de este, hemos hecho una composición con fotografías de ellos y de todos sus amigos formando un corazón. Una manera económica y sencilla de aportar personalidad a una habitación.
Y este es su nido, su nido de amor. Han sido unos meses de reforma dura, pero que han acabado en la conformación de unos espacios tan amables que te quedarías allí siempre. Una casa acogedora no, lo siguiente.
Estoy segura que entre estas paredes vais a ser muy felices pareja!
Un abrazo para ellos!
Y otro para vosotros, con besos alados!
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